Han pasado 10 años y no termino mi investigación

Bienvenidos al podcast No me hables de la tesis, un espacio

para comentar las cosas de las que nadie quiere hablar y escuchar

las sugerencias que todos quieren recibir. Con la psicóloga

y experta en investigación Jacqueline Hurtado de

Barrera.

Estimados tesistas e investigadores, bienvenidos nuevamente

a este espacio No me hables de la tesis,

donde pueden comentar abiertamente sobre aquellos aspectos

que les preocupan y hacer las preguntas o recibir

las orientaciones que necesitan para avanzar en sus trabajos

de investigación. En esta oportunidad, el tema es,

han pasado años y no termino mi investigación.

Es mucho más frecuente de lo que parece que algunos

investigadores o algunos tesistas no puedan culminar

su investigación a tiempo y que a veces pasen años antes

de que puedan graduarse. En esta situación se puede deber a

diversas circunstancias, no solamente personales,

sino también institucionales y metodológicas.

En esta oportunidad tenemos a Jimena,

que nos va a comentar algunos aspectos interesantes

sobre su experiencia. Jimena es una investigadora

de doctorado, que está en este momento avanzando

con su investigación, pero ella ya tenía casi 10 años tratando

de culminar su trabajo. Escuchemos el testimonio

de Jimena. Jimena, cuéntanos acerca de cómo

ha sido tu proceso en el campo de

la investigación. Bueno, yo inicié mi trabajo de investigación

en el 2013. Yo soy arquitecta, pero pues quise hacer un doctorado

en educación, enfocado pues al tema de los espacios.

Inicialmente cuando yo ingresé,

me asignaron a un tutor, pero digamos que él era de una rama muy diferente

al tema de la educación y al tema de la arquitectura. Entonces, a partir

de los conocimientos que él tenía, me fue enfocando hacia

la parte que él consideraba que era lo que mejor me

servía para el desarrollo de la tesis que yo tenía pensada.

Inicialmente se formularon los objetivos, la pregunta,

la situación prolémica, pero ya en el momento de hacer el estado del

arte, siento que no existía como una directriz clara.

Nunca teníamos como que, bueno, este mes vamos a hacer esto, el siguiente mes vamos

a hacer esto, sino simplemente ne, ne, ne. No había revisión

de documentos, sino más que todo era revisión como de lecturas.

Las tutorías que se hacían eran muy de tipo conversación,

vaya adelantando, vaya leyendo. Posteriormente,

cuando ya voy a postularme para la candidatura,

el docente pues es retirado de la universidad y

me asignan un nuevo tutor. Y la

situación que se presenta es que, posteriormente ya

cuando se hace la candidatura, viene la parte metodológica y

realmente es cuando me doy cuenta que el el doctor

no tiene conocimiento, confunde varias teorías

que realmente son incompatibles, entonces en

ese proceso duré año y medio y no estaba resuelto la parte metodológica. Y

como yo tenía que hacer como observaciones de espacios,

muchas veces pues yo iba pero sin tener claramente qué era lo

que yo tenía que hacer. Fui dando al tutor era como más De

esos, pues, que se ponen como bravos y para que uno no le pregunte nada,

así era, más o menos. Una muy seria, o sea,

yo no le quería ni hablar a veces, porque siempre me sentía regañada.

Muchas veces lo que hacía era que me decía, es que tú te equivocaste.

Una vez dije, pero ¿cómo voy a equivocar tres veces en tres exposiciones cuando

ella supuestamente me revisaba un día antes? Y todo el mundo decía, eso está mal.

Y ella decía que no. Me echaba la culpa a mí.

Que era que yo había explicado mal la diapositiva o el tema.

Y, pues, ahí solicité, pues, cambio.

Bien, sumamente interesante tu experiencia, Ximena, me dices que

solicitaste un cambio. Eso quiere decir

que ahora tienes un nuevo tutor. Háblanos un poquito de cómo queda en

este momento con ese nuevo tutor. Es un poco más claro y digamos

que da la libertad para el desarrollo del proceso. Es un

poco más abierto. Lo que pasa es que los dos anteriores tutores,

para ellos nada más existían metodología cuantitativa

y metodología cualitativa. Y de ahí no se podía salir. Es más,

no tenían el conocimiento, por ejemplo, del tema holístico. En cambio,

este nuevo tutor, pues sí ha sido un poco abierto

con respecto al tema. Se ha organizado un poco más

y eso ha ayudado que por lo menos tenga un poco más claro qué es

lo que quiero hacer. La experiencia que nos cuenta Ximena

nos permite nivelar varios aspectos muy interesantes.

Primero, que muchas veces nuestras investigaciones

no se enmarcan en una única disciplina, sino que a veces son investigaciones

transdisciplinarias, es decir, que se ubican en el encuentro

o en la intersección de dos o más disciplinas.

Cuando esto ocurre, es mucho más difícil conseguir un tutor

que domine la temática. Porque se necesita que la persona

conozca algo de cada una de esas disciplinas involucradas en

el tema de investigación. Cuando eso no ocurre, pues,

generalmente, el proceso es mucho más difícil de llevar.

Otro aspecto interesante es que el tutor

necesita estar abierto a aprender nuevas cosas. Pues,

es natural que un tutor no tenga por qué saberlo todo o que conozca

solamente de su área temática. Sin embargo,

si es una persona abierta que está dispuesta a aprender conjuntamente

con el investigador, sin sentir que eso lo

hace menos o sin sentir que eso demerita su

responsabilidad como doctor, entonces él

puede comenzar a indagar, a profundizar,

a leer sobre la temática que él

realmente desconoce. Eso va a contribuir

a que se puedan encontrar salidas y se puedan encontrar

rutas, como decía en este caso Jimena, para poder

orientar con mucha más claridad el proceso de investigación.

Cuando un doctor se cierra y no quiere cambiar su modo de

pensar o de aprender, no digo que siempre, pero muchas veces

detrás de eso lo que hay es mucho temor de perder la autoridad.

Y lo que ellos no saben es que un estudiante, un tesista,

un asesorado aprende a respetar mucho más a un

profesor o a un tutor cuando es sincero,

cuando habla abiertamente, cuando reconoce sus debilidades que

cuando toma actitudes de arrogancia y cuando no

reconoce que se pudo haber equivocado. A la larga,

estas actitudes que son negativas, tanto para

la relación tutor-investigador como para el mismo proceso

de investigación, no solamente afectan el proceso

metodológico, sino que también tienen una repercusión importante en la

vida de la persona que está tratando de hacer su trabajo de grado y

que está tratando de culminar su programa académico.

Es importante que los tutores y los asesores reconozcan la

responsabilidad y el impacto que a veces pueden tener en la vida

de las personas. Una sabia decisión que tomó, en este caso

Jimena, fue solicitar un cambio de tutor.

Siempre está abierta esa alternativa cuando tenemos dificultades.

Otra opción que se recomendaría es la incorporación de

un asesor de contenido que pueda dominar el área

en la cual existe el vacío para complementar

el proceso de tutoría y de asesoría. Y vamos

a preguntarle a Jimena en este momento ¿Qué cosas considera

ella que le pudieron haber faltado o que pudo

haber necesitado durante ese proceso que vivió?

Una orientación clara. La mayoría de las veces yo no tenía el conocimiento,

es decir, yo sabía de pronto cómo se hace un estado del

arte, pero digamos que no tenía como esos lineamientos, esa orientación

clara. Para mí, digamos, las etapas de la

investigación deben ser claras como desde el principio, y eso

no lo había. Nunca había una

ruta. Y cuando la conocí a usted pues ha sido muy claro

lo que no hice en todo ese tiempo ya

hoy día ya lo tengo muy claro y sé hacia dónde voy. Y lo

que más me gusta es que realmente siento

que estoy haciendo lo que realmente quiero porque, otra cosa también

que tienen lamentablemente los tutores, es que muchas veces lo direccionan

hacia lo que ellos conocen, y sobre lo que ellos conocen es lo que quieren

que uno termine haciendo. Y pues obviamente uno en el afán

de adelantar, de ver de algún momento culminar, pues acepta todas

esas directrices, pero pues uno nunca está conforme con ese

deseo inicial que uno tenía. Muchísimas gracias Jimena por haber aceptado

compartir. Tu experiencia con nosotros. Ha sido

una experiencia muy significativa y esperamos que sea

de mucha utilidad para otras personas que también pudieran estar pasando

por situaciones similares. Te deseo mucho éxito en

tu investigación. Y me despido cordialmente de

ustedes, estimados tesistas e investigadores.

Recuerden que pueden enviar sus casos grabados si quieren

que los compartamos por este día y que podamos darles algunas sugerencias

y recomendaciones para superar algunas de esas

dificultades. Los esperamos en una próxima edición de este

espacio. No olviden revisar la descripción del video

donde encontrarán también algunas informaciones de

interés. Se despiden ustedes, Jacqueline Hurtado de Barrera.